Hoy quiero dedicar esta entrada a mis alumn@s de Escober de Tábara y con ella agradecerle lo mucho que he disfrutado con ellos. !!GRACIAS!!
* Si "enseñar es aprender dos veces", con ell@s he aprendido que la edad no tiene barreras, que hay que valorar las cosas pequeñas, que la experiencia de su vida es el
mejor aprendizaje, el amor a
la familia, el respeto, el trabajo,
la fidelidad y la solidaridad, el aprender a disfrutar de
la vida,...
Nos enseñan, también, a ser
más realistas, más prácticos, menos perfectos, a tomarnos la vida
con humor, a relajarnos un poco más, a saber desprendernos
de las cosas superfluas que nos esclavizan, a mantenernos en
relación con nuestro entorno, con el mundo, con los otros,
con las personas que queremos, a reconciliarnos con nosotros mismos,
con los demás, ....
Nos enseñan mucho más de lo que nosotros como profesionales podemos enseñarles a ellos.
* Educar es un ejercicio
extraordinario de generosidad. "Los profesores se desprenden de cuanto tienen y de
cuanto saben, porque su misión es esa: dar". Ellos si que me han dado sin pedir nada a cambio. Ellos si que son generosos.
Video: ¿Qué es eso?. Historia con el alzhéimer de fondo. Cuando eramos pequeños,, nuestros padres nos ayudaron y enseñaron con infinita paciencia una y otra vez. Cuando los años pasan, se da la vuelta a la tortilla y no siempre es fácil...
Un día nos
llaman “joven”. Pasan los años y nos llaman por “señor”/”señora” y nos quedaremos sorprendidos. Con el tiempo
alguien más joven se dirigirá a nosotros llamándonos “anciano” o
“abuelos”.
!!Debemos valorarlos más porque son un gran tesoro!!